Nuevamente, el director de la trilogía ‘Antes de…’ nos demuestra que el éxito en su carrera no depende de los románticos encuentros fortuitos entre Jesse (Ethan Hawke) y Céline (Julie Delpy) alrededor del mundo y que es capaz de sorprendernos con largometrajes de igual belleza, originalidad y trascendencia.

En Boyhood, su último trabajo, Richard Linklater realiza un brillante ejercicio de técnica que le ha valido varios premios y nominaciones, entre ellos, el Oso de Plata al Mejor Director en la pasada Berlinale.

Al margen del argumento (la evolución en la vida de un niño desde su infancia hasta su adolescencia), lo que nos presenta es una exploración de la relación entre realidad y ficción para descubrir que es posible crear esa falsa sensación del pasar de los años sin maquillajes ni efectos especiales que finjan arrugas. El resultado acaba siendo tan fluido que sobrecoge. El secreto, rodar a lo largo de 12 años con el mismo reparto inicial, su actor fetiche, Ethan Hawke (como el padre), Patricia Arquette (la madre), Ellar Coltrane (como el joven Mason) y Lorelei Linklater, la hija del director (como la hermana del protagonista).

Era una hazaña arriesgada pero contra todo pronóstico y sorteando todo tipo de dificultades a lo largo del extenso camino, llegó a buen puerto.

Con Boyhood, Linklater se ha ganado definitivamente el corazón de la crítica. Incluso aquel sector más reticente por el cambio de rumbo en su carrera con Una pandilla de pelotas (2005) o School of Rock (2003), ha caído a sus pies. Ya nadie duda de su sensibilidad y de su genialidad produciendo obras íntimas, sencillas y de calidad.

Fecha de estreno en España: 26 de septiembre