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Desde que se trasladó a Barcelona en 2002 Jorge Rodríguez Gerada se ha centrado en la práctica artística de intervenciones urbanas en ciudades del mundo entero, de maneras muy distintas. Por su interacción con las comunidades empezó a llenar las superficies y los materiales urbanos con cuadros efímeros a gran escala hechos por artistas locales desconocidos en su “Identity Series”. Además, desarrolló este aspecto en “Terrestrial Series” con retratos tan grandes que se podían ver desde el espacio. Ahora sigue experimentando materiales urbanos y la idea de una identidad individual, cuanto más vaya evolucionando su obra.

¿Qué aprendiste y qué te dejó tu época Culture Jamming?
Supongo que el hecho de usar lo que la publicidad crea, es decir, la localización, el tamaño, algo que es la idea de lo espectacular, es algo que funciona para que se le dé atención a todo. Si puedes ser lo suficientemente creativo y tienes la capacidad de manejar algo como eso a gran escala, entonces puedes hablar de cosas que son importantes para ti… es por eso que mucho de lo que hago suele estar basado en cosas en las que yo mismo creo.

¿Sobre qué estás trabajando de momento? Estoy llevando a cabo algunos trabajos para una exposición que comenzará a principios de octubre en París en la galería de arte Mathgoth. Estoy combinando piezas sacadas de tres series diferentes, una de las que usa piezas más pequeñas de fragmentos de pared sobre las que trabajo, otra piezas más grandes extraídas de superficies de pared que uso como base y… cinco esculturitas hechas con ladrillos franceses. Me gusta mucho usar cuanto más pueda la lengua arquitectónica visual del lugar.

¿Qué es lo que te gusta más de la arquitectura y de los materiales urbanos?
El hecho de que haya una historia por detrás, hay una verdadera narración. Cada vez que uso estas viejas superficies de pared, me doy cuenta de que estoy usando de verdad superficies de pared pintadas por generaciones de personas. Personas que pintaron una pared cuando nació su propio hijo, o cuando su suegra vino a visitarlos. De esta manera, todas estas capas que nos muestran momentos de su felicidad están en la base de cada pieza.

¿Cuál es la dirección que está adquiriendo tu obra ahora?
Me encanta experimentar; la idea de darle toda la importancia posible al individuo común es mucho para mí. Creo que no podemos perder de vista al individuo, la idea de los números, la idea de la estatística… para mí es una manera compleja de entender tremendamente lo que somos. Cada vida es importante… Entonces, dicho eso, la verdad es que estoy muy interesado por como las ciudades están organizadas juntas… estoy trabajando sobre muchas cosas distintas al mismo tiempo (por ejemplo); todos los materiales usados en mi trabajo artístico que proceden de partes de edificios, investigar sobre la idea de examinar capas usando un programa de algoritmos que nos confiere una identidad compleja de la ciudad basada en su demografía, llevar a cabo esculturas monumentales… Me encanta sentir la vibración de cada ciudad. Además éste es el cuarto año que me ocupo de una obra en Tudela de Navarra, justo en el sur de Pamplona, llamada el “AvantGuard Urbano Festival”, un festival de arte urbano muy sencillo con nombres importantes. Además, el próximo Terrestrial tendrá lugar en Belfast.

¿El Terrestrial será de una persona conocida? No, será de un niño anónimo. Me gusta la idea de la honestidad y de la pureza que tiene la mirada de un niño, y el hecho de consiguir que la cara de este niño mire hacia las afueras de Belfast, mirando hacia el futuro, desde aquel puerto. Y la pieza se llamará Wish. Todo lo que estoy diciendo es importante para tener en cuenta la belleza y la inocencia de un deseo infantil, especialmente cuando lo colocas dentro del contexto de una ciudad como Belfast.

¿Y qué materiales vas a usar?
El espacio es verde… Probablemente pueda jugar con muchos colores… Pero será una gama muy amplia; estamos hablando de tonos de materiales que están en continuo movimiento. Me gustaría llegar hasta la tierra (distintos grupos locales ecológicos y de agricultura) y jugar con materiales de forma distinta de la zona.

La apreciación de Rodríguez Gerada de la ciudad contemporánea; sus capas y sus estructuras, arquitectura, personas, historia y futuro están concebidos en una obra donde personas reales se mezclan con el nivel urbano, a veces sólo para desvanecerse otra vez. En sus grandes proyectos son tanto los retratos como la llegada unida de las personas los que crean algo positivo que deje salir el talante de su trabajo. En Wish, hablando del mensaje puro de la capacidad de un niño de desear y de esperar, dijo:

“Eso es todo lo que es, tenemos que centrarnos en eso, si no nos centramos en eso, entonces todo acabará perdido.”

CULTURE JAMMING

“Culture Jamming es parodiar anuncios publicitarios con el objetivo de alterar drásticamente el mensaje de sus carteles”
(No Logo, Klein, pp. 280).

En la Nueva York de los primeros años 90, Jorge Rodríguez Gerada y un grupo de artistas compañeros del colectivo “Artfux” descubrieron que podían utilizar la atención de los medios de comunicación para darle más atención a asuntos que consideraban más importantes. Rodríguez Gerada acabó agotado por la publicidad que dominaba la esfera pública; no sólo era una imposición en espacios que deberían estar compartidos, sino también presentaban imágenes de una perfección humana y marcas muy improbables que no eran muy buenas, sobre todo como marcas de cigarrillos y botellas de alcohol muy baratas. A través de claros objetivos, el grupo lanzó acciones “inteligentes/ingeniosas” en los carteles, usando el humor para alterar la imagen y las frases de estos anuncios para mostrar también el efecto negativo de estos productos. En estos espacios públicos, y gracias a la atención ganada de los medios de comunicación, crearon diálogos con una frase única. Por ejemplo, los anuncios de cigarrillos protagonizados por jóvenes atractivos y alegres estuvieron alterados para que los rasgos del cigarrillo fueran más borrosos y consumidos; el chico afortunado con dos mujeres guapas en sus brazos parecía entonces cómico y decrépito. En lugar de la advertencia obligatoria, se leía “¡Qué guay pareces con un pulmón artificial!”

De esta manera, Culture Jamming se convirtió en un verdadera vanguardia. Su éxito fue tan amplio que su gran capacidad de minar estos anuncios quedó anulada. Sin embargo, las marcas llegaron a ser mucho más importantes y los anunciantes publicitarios empezaron a “Culture-jamming” sus anuncios para que ganaran más atención. Los artistas involucrados siguieron usando esta técnica a pesar de todo, como herramienta estilística para propósitos personales, sin fijarse en su significado. Por estos motivos, Rodríguez Gerada se alejó de Culture Jamming por integridad en sentido estricto.