Pasión y esfuerzo. Esos son los dos motores que han hecho de NATÁLIA GROMICHO una figura de reconocimiento internacional dentro del arte contemporáneo. Nacida en Lisboa, donde actualmente se entrega a su arte en un nuevo concepto de galería ideado por ella misma, el estilo expresionista de Natália le ha llevado por Italia, Francia, Australia, Estados Unidos o Rusia en más de setenta exposiciones. El mes pasado tuvo lugar en la capital portuguesa el LICE (Lisbon International Contemporary Exhibition), una exposición anual que reúne a artistas de todo el mundo y que está organizada por la galería de Natália.
FLIC: ¿En qué momento de tu vida decidiste que querías dedicarte a la pintura?
NATÁLIA: Empecé a pintar cuando era niña. Creo que todo el mundo comienza en esa época, ya que todos tenemos esa voluntad de pintar, pero fue al ir a la escuela cuando tomé la decisión de convertirme en una artista profesional. No puedo hacer nada que no sea expresarme sobre el lienzo.
Haciendo un repaso por tu obra, podemos apreciar una evolución desde un estilo más figurativo y paisajístico hasta un expresionismo abstracto, ¿a qué se debe?
Bueno, creo que esto está relacionado con mis viajes. Como empecé pronto a viajar, entré en contacto con otras culturas y otras personas y esto mejoró mi modo de expresarme. Ahora estoy más interesada en el color, y gracias al color obtengo la forma, ¡y así todo surge! Es un proceso completamente diferente, me lleva más tiempo pero estoy muy contenta con el resultado. Estoy aprendiendo constantemente, todos los días aprendo algo. Para ser honesta, es como si estuviera comenzando desde el principio cada vez que empiezo una nueva obra.
¿Dónde se encuentra tu fuente de inspiración?
Mi fuente de inspiración es el día a día que veo y siento alrededor. Cuando me marcho de casa y me dirijo hacia el atelier, todo me inspira. Siento además una responsabilidad de expresarme cuando veo desastres, pero sobre todo cuando veo las estúpidas guerras en televisión, a la gente inocente sufriendo. Tengo el deber de dejar mi testimonio y dirigir la atención de todo el mundo hacia la injusticia.
¿Hay algún pintor al que le tengas devoción?
Tengo dos maestros a los que siempre les tendré una devoción especial. Uno es Picasso, quien es, para mí, uno de los artistas más inspiradores. Me encantan todas sus fases, es un completo artista. El otro es, por razones personales, Van Gogh.
¿Qué fue lo que te llevó a crear un concepto de galería tan original como el meetiNG art Gallery?
Creé el meetiNG art Gallery en año pasado porque sentí que, de alguna manera, los amantes del arte necesitaban estar cerca de los artistas y no crear barreras entre ambos. El concepto es abrir mis puertas a todo aquel que quiera encontrarme en el proceso de creación, o simplemente hablar conmigo, o ver mis obras y preguntarme sobre ellas. Siempre tengo una exposición con mis últimas obras y, además, organizo dos exposiciones internacionales principales una vez al año: Downtown Chiado (DC) y Lisbon International Contemporary Exhibition (LICE). Así se comparten experiencias, se habla con artistas de todo el mundo y, por supuesto, se muestra aquí en Lisboa el último arte contemporáneo.
El pasado mes de octubre tuvo lugar el LICE. ¿Nos puedes contar qué es y cómo surgió esa idea?
El LICE fue la primera exposición internacional que tuvimos en el meetiNG art gallery. Es una exposición que muestra las obras más recientes del arte contemporáneo que se han hecho en todo el mundo. Por ejemplo, el año pasado tuvimos a doce artistas de Corea, España, Brasil, Países Bajos, Finlandia, Ucrania y Estados Unidos. Este año hemos tenido muchos más.
¿Cuál crees que puede ser el mayor logro para un pintor de hoy en día?
Creo que el mayor logro para un pintor hoy en día es ser recompensado por su trabajo. Esta recompensa no es otra que la de ser aceptado y reconocido por su devoción al arte. Más que vender una obra, creo que un artista necesita ser criticado, ser visto y, por supuesto, necesita además estar en producción constante y en un proceso de aprendizaje continuo.
Ser una artista reconocida dentro del amplio mundo del arte contemporáneo no es algo fácil de conseguir, y tú lo has hecho creando un estilo único. ¿Consideras que ha sido difícil el camino que te ha llevado adonde estás ahora mismo?
Durante toda mi vida me ha sido muy difícil ser aceptada como artista aquí en Lisboa. El año que viene llevaré veinte años de carrera y este año fue el primero en el que obtuve reconocimiento aquí en Lisboa, pero, como otros artistas portugueses, necesitamos primero ser reconocidos fuera de nuestro país para que luego nos reconozcan aquí… Si yo ahora estoy siendo reconocida es gracias a España (por una de las primeras críticas hecha por Ramón Casale), a Australia (por la genial exposición que hicieron que vendiese la mitad de las obras solo en la noche de apertura), a Italia (por ser elegida tres veces por Roberto Ronca para la mayor exposición de Derechos Humanos), a Estados Unidos (por el Creative Concept que vendió una obra en Nueva York por 25.000$ y por la excelente exposición de Nina Torres en Miami), y, más recientemente, a una de mis ciudades favoritas del mundo, Londres, por llevar a cabo mi exposición en solitario en el Hay Hill Gallery.
Y para terminar, ¿tienes algún sueño aún por cumplir?
Sí, tengo un montón de sueños, pero ahora mismo continuaré pintando y esperando que mis obras algún día tengan un lugar en la historia. Creo que esto pasará, pero solo cuando yo ya no esté. Hasta entonces, seguiré pintando…
La entrega con la que Natália hace del expresionismo su propio mundo y deja su voz plasmada en cada lienzo es lo que la convierte en una artista de éxito. Con la satisfacción de poder vivir de su propio arte y de que ese arte la recompense continuamente, la pintora portuguesa se embarca en proyectos futuros cargada de ilusión y determinismo.
A ENTREVISTA PARA O AGORA – 90x90cm
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