Roger Daniel Guillet es un artista que viene de Saint-Aignant en la región de Loire-et -Cher de, Francia: “nacido bajo la sombra de Chateau Loire”. El viaje artístico de Guillet comenzó en Arles con su padre, quien fue un artista visual y maestro de dibujo de Nueva York. El arte lo llevó a París, Avignon y Cannes. Cada lugar amplia su producción a través de la experimentación y la experiencia y el trabajo que produce incluye escultura, fotografía y collages de papel, pintura y corte de ropa, e incluso copias de dibujos de Da Vinci en carboncillo y tiza. Las esculturas de Guillet están hechas de material reciclado y luego destaca el proceso con el uso de plexiglás. Los materiales de sus objetos escultóricos minimalistas evocan, residuos y ecología.
Sobre la madera, lienzo o papel también produce energéticas pinturas con contornos audaces, colores llamativos y formas abstractas. Los materiales utilizados en sus pinturas incluyen cera, carboncillo y objetos propios del día a día tales como betún de zapatos, medicinas y disolventes. En su obra podemos leer reflexiones sobre lo más recóndito de su ser. Adentrándose en la alegría, el sufrimiento y la angustia por igual las pinturas se convierten en expresiones físicas que se hacen eco del poder de esas emociones mezcladas con una irracionalidad poética. Con una fuerza contundente que impone al espectador la vitalidad de sus propias imaginaciones.
Guillet debe su influencia, y todo lo que vino después, al río Loire de su niñez, que corre a través de él y de su obra con una irregular inexorable personalidad.
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